
El amor es siempre educado y lleno de palabras que endulzan el alma, la comunicación en una relación debe estar basada en este principio básico desde un saludo afectuoso. Cuando llegas de laborar, o regresas de viaje el saludo de regreso o despedida debe estar bajo este principio de amor divino.
Decir: «Hoy me desperté con unos deseos inmensos de amarte más, de perderme en tu mirada y en tus labios. Amor, te doy muchas gracias por tan bellos momentos que hemos compartido juntos, porque son momentos que siempre quedarán en mi mente y en mi corazón. Te amo y feliz día».
Cómo verás son palabras que llegan al alma y va alimentando ese lindo amor que debe ser recíproco. Tus saludos -ya sea efusivos o aburridos, cariñosos o irritables- tienen un profundo impacto en la respuesta de tu pareja hacia ti, tu actitud hacia ella, y la salud general de tu relación. Aunque pueda parecer una cosa pequeña, planear y orientar tu mente para saludar a tu pareja puede cambiar tu relación poderosamente. Saludar cariñosamente a tu amor cada vez que lo o la ves es genial para mantener el romance vivo.
Hoy te invito a saludar con alegría a tu pareja al despertar y al salir a laborar, lo mismo al regresar de casa y cuando se dispongan a dormir. Con aprecio. Victor.