
1. Permite organizarse
La escritura ordena los pensamientos y facilita la comprensión. Además, ayuda a resolver confusiones y reflexionar sobre aquello que nos angustia.
Los momentos importantes se registran con fechas y detalles. Así pasen los años, revives las ocasiones especiales y compruebas cuánto maduraste con el tiempo.
3. Ayuda a corregir errores
Todo lo redactado es una mirada en retrospectiva para enmendar y no repetir errores. Documentar las vivencias es contar con una guía para saber cómo actuar en caso de inseguridades, dudas y equivocaciones. Difícilmente sufrirás el mismo traspié varias veces.
4. Fomenta la creatividad
Cuando narras lo que te pasa, miras la vida desde otra perspectiva y aflora la creatividad. Al texto lo puedes complementar con dibujos, recortes, ideas o deseos. Si tu diario es digital aprovecha los videos, la música, las imágenes y otros elementos multimedia.
Redactar con regularidad enseña a sintetizar y comunicar lo que con palabras es complejo. Un diario personal podría transformarte en un buen escritor.
5. Refuerza la memoria
Escribir un diario personal sirve para retener información y detectar oportunidades que en principio pasaron desapercibidas. La memoria cambia, olvidando elementos y añadiendo otros.
6. Promueve hábitos
Te haces consciente de comportamientos acertados y de aquellos que quieres cambiar. Los diarios personales sirven de colaboradores en la formación de hábitos, como comer sano, hacer ejercicio, planificar tareas o dejar de fumar.
7. Favorece la salud física y emocional
Un estudio difundido por la Universidad de Cambrigde determinó que la narrativa expresiva causa efectos menos traumáticos en quienes atraviesan situaciones dolorosas o están bajo tratamientos. Asimismo, los que sufren ciertos padecimientos, con un diario podrían precisar factores que desencadenen sus malestares.
Al emplearse como mecanismo de escape, estos confidentes suben la autoestima, pues procesas los hechos en un ambiente seguro y sin estrés, lo que facilita la resolución de conflictos sin ser juzgados.
8. Aprendes de ti
En tanto exploras y escribes, descubres cosas que no sabías de tu personalidad, porque conscientemente no les prestabas atención. Es así como el autoconocimiento se traduce en autoconfianza.
9. Tomas mejores decisiones
Cuando organizas los pensamientos aprendes de ti, activas la creatividad y la memoria detecta oportunidades. Es más simple tomar una decisión. Todo resulta en beneficios al escribir un diario personal.
10. Encuentras sentido a lo que sucede
Parece exagerado, pero repasar las anotaciones ayuda a entender los acontecimientos de una manera distinta a como ocurrieron, dándoles un nuevo sentido y planteando actitudes diferentes.