
¿Qué pasa si la experiencia demuestra que los secretos para criar a un niño sano y feliz se ocultan detrás de la simplicidad? A veces, las pequeñas acciones y prácticas diarias son suficientes para hacer que el papel de los padres sea más ligero y agradable y para garantizarle al niño el crecimiento y la atención que merece. Te daré algunos consejos:
- Míralo a los ojos cuando te dirijas a él.
- Bájate a su altura siempre que sea posible cuando quieras decirle algo.
- Pregúntale a menudo cómo se siente: se sentirá escuchado y, a su vez, aprenderá a observar sus sentimientos y emociones.
¿Cuántas veces hemos escuchado “Ya eres un hombrecito”, “¡No llores como niña!“? Dirigido a niños de tres a cuatro años de edad. Es importante que los niños puedan vivir plenamente su infancia: jugar, jugar y jugar, ser amados, servidos, ayudados, mimados, apoyados.
Evita la imposición “forzada” de reglas: el niño aprende con el ejemplo y con la imitación. La regla impuesta lo proyecta temprano en un modo adulto no adecuado para su edad. Por ejemplo, si deseas que se lave los dientes antes de acostarse a dormir, tómalo de la mano, ve al baño y empieza a lavarte los dientes tú, dándole la oportunidad de verte e imitarte.
Si quieres que aprenda o colabore, siempre debes involucrarlo a través del juego. Por ejemplo, limpiar el dormitorio puede convertirse en el juego de piratas que limpian el barco y luego serás el capitán, luego el centro, etc. Verás que al día siguiente te preguntará: “¿ Cuándo volveremos a limpiar la habitación, mamá?”