Muchas parejas pasan crisis cuando alguno de ellos no ha madurado su manera de relacionarse, porque no ha sanado heridas de alguna etapa de su vida, ya sea la infancia o la propia adolescencia mal vividas originando crisis personales que terminan afectando la relación. A veces se ama con un amor egocéntrico propio del niño fijado en una etapa donde la realidad se distorsiona y se vive el capricho de que todo gire en torno al propio yo, es un amor Insaciable que grita o llora cuando no tiene lo que desea. Otras veces se ama con un amor fijado de una etapa adolescente marcado por la confrontación, la crítica ácida el hábito de culpar a los otros, la lógica del sentimiento y de la fantasía donde los demás deben llenar los propios vacíos o seguir los propios caprichos. Pero también existe el amor maduro, que enfoca la relación basada en el respeto absoluto por uno mismo y por la pareja, un amor que se complace con el éxito del ser amado, un amor sin apego ni posesión. El amor adoptará una de las heridas del pasado si se mantienen latentes.
☆Te invito a sanar tus heridas del pasado en nuestras sesiones de coaching de vida. Con afecto. Victor.
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