Una imagen dice más que mil palabras, esta de arriba nos habla acerca de qué es el coaching, y resume cómo pueden aplicarse diversas metodologías para el objetivo de esta disciplina, que no persigue otra cosa que «el éxito personal». Los resultados dependerán de la idoneidad del profesional a cargo del grupo, de los recursos que emplee y los objetivos y metas que plantea; y, claro está, también contará su integridad personal.
«Coaching» procede de un verbo inglés: «to coach», que puede traducirse como «entrenar». En el entorno empresarial y personal se conoce por coaching al proceso interactivo y transparente mediante el cual el coach o entrenador y la persona o grupo implicados en dicho proceso buscan el camino más eficaz para alcanzar los objetivos fijados usando sus propios recursos y habilidades.
El coaching es un sistema de preguntas por el cual el «coach» (profesional) ayuda al «coachee» (cliente) a sacar lo mejor de sí mismo. El proceso parte de la premisa de que el coachee es el individuo que cuenta con la mayor y mejor información para resolver las situaciones que enfrenta. En vez de enseñar, el Coach asiste al Coachee para que este encuentre sus propias respuestas. En este sentido, el proceso requiere básicamente de los siguientes cinco pasos:
- Observar – La observación será fundamental para que el coachee llegue a soluciones. A través del posicionamiento en nuevos puntos de vista, y la observación de los paradigmas, creencias y conductas que se practican, el individuo podrá elegir entre nuevas alternativas que le apoyen a construir los resultados que busca.
- Toma de conciencia – La observación permite la toma de conciencia, básicamente acerca de nuestro poder de elección. El coach centrará al coachee en las elecciones que toma y las consecuencias que de ellas se derivan, brindándole herramientas específicas para elegir con mayor efectividad y elegir conscientemente.
- Determinación de objetivos. Es esencial para todo proceso de Coaching, el contar con objetivos claramente definidos. Este será el paso crucial hacia la obtención de los mismos y servirá de guía para la toma de decisiones y acciones.
- Actuar – Una vez reunida toda la información, hay que actuar de una forma sostenida en el tiempo. El coach acompañará de cerca este proceso superando las dificultades que suelen aparecer durante la puesta en práctica.
- Medir – En todo momento es imprescindible comprobar si nos acercamos o nos alejamos del objetivo marcado. Esto permitirá tomar acciones correctivas y así contribuir a la obtención de los logros buscados.
Críticas
En la última década, se ha observado el floreciente crecimiento de esta técnica, apareciendo múltiples profesionales y empresas dedicados al tema. Como muchas otras tendencias similares, encontramos diversos resultados de su aplicación. A continuación, algunas de las críticas más popularizadas acerca del Coaching:
- No utiliza una metodología claramente definida. El gran y rápido crecimiento de la disciplina ha tenido como consecuencia la aparición de individuos que ofrecen sus servicios como coaches cuando en realidad no cuentan con la apropiada formación para ello. La inexistencia de regulaciones académicas y certificaciones apropiadas, dificultan el control de la práctica y la calidad de la misma. Muchas corrientes confluyen bajo la denominación del Coaching, haciendo que la oferta sea muy heterogénea y en ocasiones poco seria.
- Fomenta la cultura del «exitismo». El enfoque de desarrollar la capacidad de obtener resultados y producir éxitos es otra gran crítica a la metodología. Quienes apuntan a esta debilidad, resaltan la superficialidad del método, que tiende a exacerbar los sentimientos de superación y competitividad en el corto plazo, pero que rinde resultados estériles en el largo plazo.
- Irresponsabilidad. Coaching trabaja directamente con los individuos, sus procesos mentales y emocionales; en el caso de que dicho proceso no se encuentre bien guiado, las consecuencias pueden ser de un impacto negativo importante. La ética, responsabilidad y cuidado del coachee no siempre están salvasguardadas cuando no existen marcos regulatorios.
¿Es efectivo el Coaching?
Cuando el Coaching es practicado por un profesional formado y experimentado acorde al área en la que se desarrolla, la metodología ha demostrado buenos resultados y básicamente a ello debe su popularidad. Algunas de las claves para que Coaching sea efectivo son:
- Elegir un buen profesional. Como las certificaciones en la materia son muchas veces de dudosa validez, es recomendable analizar el currículum del profesional de forma integral, considerando su formación académica en otras áreas aparte de Coaching, la concordancia entre sus estudios y la experiencia que posee.
- Contar con un plan de trabajo y metodologías claras. Un buen Coach le proporcionará una guía metodológica y le explicará el proceso a seguir. Asegúrese de establecer claramente los resultados que desea lograr.
- Por último, una cualidad necesaria en todo el proceso es la flexibilidad, para reconsiderar objetivos, ver claramente el punto de partida, ser consciente de los recursos disponibles y no disponibles, para cambiar lo que sea necesario al comprobar que nos alejamos del objetivo.
Modalidades del coaching
Una de las modalidades es el Coaching Sistémico, que promueve en el cliente el desarrollo del talento individual, de sus competencias organizativas y de ambientes de alto desempeño. Se hace énfasis a través de un enfoque de procesos, abriendo posibilidades para hacer distinciones entre lo que «mueve” a la persona: ideas, creencias, valores, prejuicios; identifica los entornos sociales en los que participa y los roles con los que se comunica.
Encontramos también el Coaching Ontológico, centrado en el uso del lenguaje y cómo éste determina nuestros comportamientos y emociones. El Coach ontológico, trabajará fundamentalmente centrado en la elaboración de significados verbales y mentales para el cliente, buscando que dichos significados apoyen los objetivos del coachee.
El Coaching de Vida centra su atención en el desarrollo de habilidades que mejoren las áreas personales del coachee, sea su vida sentimental, relacional, su estado físico o la obtención de metas personales.
El Coaching Ejecutivo o Coaching a Empresas, en cambio, centra su trabajo en el desarrollo de habilidades que faciliten la obtención de resultados en el ámbito corporativo. En este caso, el enfoque apunta a entrenar la capacidad de liderazgo, comunicación, administración del tiempo y los elementos personales que influyen directamente en los resultados económicos de la empresa. Es una metodología muy utilizada en los altos mandos a nivel internacional.