Es el momento de iniciar un cambio.

No seas conformista y no vivas aletargado, sin preocuparte demasiado por cuestiones verdaderamente trascendentes. Crees estar en la cima de una montaña cuando realmente vives atrapado por la opinión de los que te rodean y los convencionalismos sociales, apenas tienes iniciativa propia ni interés por cosas que realmente te interesan, te limitas a seguir a la manada sin pensar demasiado ni mirar más allá.

Una vez que somos conscientes de que nos hemos limitado a dejarnos llevar sin tomar el control de nuestra vida ni seguir el camino de las necesidades propias comenzamos a rechazar las demandas de los demás, de dejar de mirarnos en la masa y comenzamos a buscar dentro de nosotros mismos.

Por compensación salimos de la manada y rugimos para reafirmarnos, para dejar claro que ya no nos dejamos llevar y que somos nosotros quienes tenemos el control del timón de nuestra vida, nos reafirmamos tanto que nuestra actitud puede llegar a volverse agresiva, rebelde y temeraria. Es fundamental buscar nuestro propio camino pero tampoco es bueno negar todo lo que venga del grupo solo porque lo hace todo el mundo.

Mira como es el niño, el niño no es rebelde ni conformista, ni lucha contra la masa ni se deja llevar, es inocente y en armonía con su propio ser, su espontaneidad le lleva a hacer cosas que en ocasiones van contra lo establecido y en otras ocasiones siguen lo que marca el grupo. La influencia de la masa sobre él es nula, ni le empuja a hacer algo ni le empuja a rechazarlo. Con aprecio. Victor.