Si no se abrió, no era tu puerta


No te sientas mal mi reina bella, muchas veces creemos que esa puerta «por fin» se abriría para ti y se vuelve a cerrar o quizás realmente nunca se abrió. ¿Sabes algo? La felicidad en tu vida no tienes que buscarla afuera, empieza por amarte a ti primero, te aseguro que sólo así acuñaras aquella llave que podrá abrir esa puerta, esa puerta que tu misma atraerás.

Si, ya se que estás cansada de estar sola y el tiempo avanza sin parar, pero recuerda que tu vida es realmente maravillosa como para forzar o tratar de romper una puerta que está cerrada para ti.

Quizás dentro de esa puerta te esperaban momentos nada agradables. Recuerda que todo sucede para algo y no por algo. Así que ahora levántate y primero trabaja en ti. Yo aquí te estaré esperando. Con aprecio. Victor.

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