Decir adiós


Cuando una relación de pareja llega a su fin, no hay nada como meditar en lo vivido. Muchas veces vendrá a tu mente el deseo de volver, querer que otras personas intervengan y ayuden a que esa persona regrese, y si eso pasa será solo una ilusión pasajera, pues lo que no es para uno, déjalo que fluya.

Decir adiós es difícil, pues entregaste de todo y no fuiste correspondida en la misma manera, pero déjame decirte que era la mejor decisión, si de pronto piensas que tus hijos sufrirán te diré que ellos estarán mejor en un hogar fuera de discusiones y maltratos. Estoy seguro que su ausencia puso en llanto tu corazón, y que pasaste muchas noches llorando en tu almohada. Si ya diste todo de ti para solucionar sus desacuerdos y aún así no logras estar en paz, es el momento de decir adiós.

No me importa tu pasado, sólo tu presente que es efímero pero con ganas de lograr esa paz en tu corazón, amar y ser amada. Suelta de una vez a esa persona de tu alma y empieza a vivir y no sobrevivir. Pero no te vayas sin darle las gracias, si, las gracias por los lindos momentos vividos y a pesar de todo no guardes rencor, pues amaste desde la perspectiva equivocada llamada apego, pero el apero del malo. Con aprecio. Victor.

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