
Cuando nos enamoramos y somos correspondidos todo lo que se vive es felicidad plena. A pesar de esto, cuando inevitablemente la relación se acaba, sentimos que nuestro corazón que alguna vez estaba lleno de alegría y vibrante, se comienza a secar y se marchita, dándole un final triste a lo que un día nos causó tanta felicidad. Pero debemos saber que de todo lo malo se aprende algo. Y de estas experiencias aprenderás a que en el futuro no volverás a pasar por lo mismo. Aprenderás que fue lo que estuvo mal, tanto de ti como de la persona con la que decidiste compartir un plazo de tiempo en tu vida, y que no debes repetir ciertas actitudes, ni aceptar actitudes de otros que te incomoden y te hagan infeliz. Por este motivo debes aprovechar al máximo cada experiencia amorosa que tengas para adquirir la esencia del amor verdadero que se encuentra presente en tus días. Y cuando lo consigas, será algo realmente mágico y nada parecido a tus experiencias anteriores. Con aprecio. Victor.