Estudiamos 12 años lo que el «sistema» nos obliga a estudiar, pero durante ese tiempo poco o nada se hace por el tema de la convivencia para nuestra felicidad. Imagino un país mejor, libre de tantos feminicidios, de tantos divorcios, de tantos hijos dejados a su suerte, si tan solo el gobierno tendria la magnífica idea de tener dentro de su malla curricular este maravilloso curso para nuestros hijos. Un curso donde se refuercen los valores dentro del hogar, donde aprendan desde pequeños a aceptar a las personas a pesar de sus diferencias sin necesidad de violencia para convencer que su punto de vista es el mejor. Un curso no de Educación Sexual sino un curso de «Educación para el Amor». Con afecto. Victor.