La vida es como las olas del mar, es un ir y venir constante, donde muchas veces te empujan a salir adelante y otras te hunden en lo más profundo, una y otra vez. En este punto hay dos salidas: mantener la calma y tomar aliento, o desesperarte y morir en el fruto de tu desesperación. Tu tienes la salida, por que el mar así como la vida seguirá siendo constante y te tratará unas veces dulcemente y otras agresivamente.