Todo ser humano lleva consigo la semilla de la protección y del peligro que se encuentra instalada en el cerebro reptiliano, cuando hablamos de cerebro reptiliano, nos referimos a la zona más baja del prosencéfalo, donde están los llamados ganglios basales, y también zonas del tronco del encéfalo y el cerebelo, responsables del mantenimiento de las funciones necesarias para la supervivencia inmediata. Debido a esta supervivencia instalada desde la época cavernícola es que respondemos a provocaciones e insultos con el fin de tener supremacía el uno sobre el otro, sumergiéndonos en la ley que sobrevive quien es más fuerte (peleando, gritando, insultando, etc). Además dicho cerebro reptiliano es el responsable de todas las funciones vitales y automáticas del organismo como la respiración, los latidos cardiacos, y la digestión. ¿Te ha pasado que cuando estás enojado(a) tu respiración disminuye, tus latidos se aceleran y sufres del estómago?

Se ha comprobado científicamente que la disnea puede ocurrir después de realizar un esfuerzo físico (como subir escaleras o practicar deporte) o al llegar a lo más alto de la montaña, porque a determinada altura hay menos oxígeno es normal. No obstante, también puede ser un  síntoma de diversas enfermedades que afectan el sistema respiratorio y que, en algunos casos, pueden ser graves. Ahora bien, lo más alarmante aquí es que la disnea también puede ser ocasionado por momentos emotivos del ser humano y si este es constante (vives en amargura) y puede ocasionarte serios problemas al corazón(arritmias), sistema respiratorio (asma), aparato digestivo (úlceras y colon), ansiedad (estrés) y hasta obesidad (generando problemas de respiración).

Durante tu paso por este plano, no siempre vas a «caer bien» a todos por lo tanto no debes prestarte a provocaciones que lo único que hacen es acortar tu tiempo de vida, si deseas vivir más no pises el «palito», disfruta de tu familia y de tu vida terrenal. Una de las estructuras más importantes del sistema límbico, la amígdala cerebral, genera o inicia un proceso emotivo en forma inmediata (300 milisegundos). Este núcleo no tiene mucha memoria; en contraste, genera la conducta de recibir atención o manifestar enojo o asco. En otras palabras debemos prestar mucha atención y dominio de nuestras emociones negativas. Recuerda que cuando una persona se enoja su cerebro libera noradrenalina, dopamina, glutamato, además disminuye la serotonina y vasopresina. Estos cambios en el cuerpo generan un aumento en el ritmo cardíaco y en la presión arterial, generando estrés. ¿Deseas seguir acortando tu tiempo de vida? Si la respuesta es NO pues sencillamente no debes hacer caso a las provocaciones o insultos, muy por al contario quién te ofende es quién sale «perdiendo».

¿Qué debo hacer a partir de hoy?

Te voy a compartir ciertas rutinas a seguir para poder controlar al cerebro reptiliano y no reacciones abruptamente ante provocaciones de cualquier índole.

1. Tómate tu tiempo para respirar profundamente tres veces antes de responder verbalmente, pensando que quién pierde a la larga es la otra persona y deja tu orgullo a un lado.
2. Realiza actividades físicas a fin oxigenar tu cerebro.
3. Analiza las alternativas de solución a dicho problema (oportunidad de mejora).
4. Elimina todo rencor de tu corazón y perdona (misericordia)
5. Busca la sonrisa en películas de humor, lee chistes o sencillamente escucha música y baila.

Recuerda te esperamos en nuestras sesiones de Coaching de Vidas personalizadas, contáctate con nosotros al whatsapp +51940251900