¿Por qué preguntamos «qué es la felicidad»? ¿Es ese el enfoque correcto? ¿Es la correcta manera de investigar? . Si fuéramos felices, nuestro mundo sería por completo diferente, nuestra civilización, nuestra cultura, serían total y radicalmente distintas.
Felicidad, satisfacción o conformismo.
¿Qué es lo que buscamos la mayoría de nosotros? ¿Qué es lo que deseamos? Especialmente en este mundo inquieto, donde todos tratan de encontrar alguna clase de paz, de felicidad, un refugio. Es importante, sin duda, averiguar qué es lo que intentamos buscar, qué es lo que intentamos descubrir. ¿No es así? Probablemente, la mayoría de nosotros busca una cierta clase de felicidad, cierta clase de paz, un lugar quizás especial y mágico. En un mundo dominado por la confusión, las guerras, las disputas, las luchas, anhelamos un refugio donde pueda haber algo de paz. Creo que eso es lo que desea la mayoría de nosotros. Y así proseguimos la vida, colgando de un hilo nuestra efímera y frágil felicidad.
Ahora bien, lo que buscamos, ¿es la felicidad, o buscamos alguna clase de satisfacción, comodidad o conformismo? Hay una diferencia entre felicidad y satisfacción. ¿Puede uno buscar la felicidad? Quizá pueda encontrar la satisfacción, pero es obvio que no podrá encontrar la felicidad. Por lo tanto, antes de entregar nuestras mentes y nuestros corazones a algo que exige una gran dosis de seriedad, atención, reflexión, cuidado, debemos descubrir, ¿no es así?, qué es lo que buscamos: si es felicidad o satisfacción y conformismo.
¿Podemos buscar, perseguir la felicidad?
¿Es felicidad ser conscientes de que somos felices? En el instante mismo en que somos conscientes de nuestra felicidad dejamos de ser felices, eso ya no es felicidad. La felicidad, de la misma forma que el amor, no son cosas que podamos perseguir, llegan. Pero si las buscamos, nos evadirán.
La mente y el pensamiento jamás pueden encontrar la felicidad. La felicidad no es, como lo es la sensación, una cosa que pueda perseguirse y encontrarse. La sensación podemos encontrarla una y otra vez, porque siempre la perdemos, pero la felicidad no puede ser encontrada. La felicidad que podamos recordar es tan sólo una sensación, una reacción a favor o en contra del presente. Lo que se ha terminado no es la felicidad, la experiencia de felicidad que se ha acabado es sensación, porque el recuerdo es pasado y el pasado es memoria y sensación. La felicidad no es sensación. Podemos recordarla pero no revivirla.
¿Podemos hallar la felicidad por medio de cosas?
¿Qué entendemos por felicidad? Algunos dirán que la felicidad consiste en obtener todo lo que deseamos. Uno desea un coche, lo obtiene y es feliz. Deseamos cosas, el logro, el éxito, llegar a ser virtuosos… y si lo conseguimos somos felices y si no las conseguimos somos desdichados. Así, lo que muchos llaman felicidad es obtener lo que desean.
Buscamos la felicidad por medio de cosas, de pensamientos e ideas, a través de la relación. Por lo tanto, se vuelven sumamente importantes las cosas, la relación y las ideas, no la felicidad. Cuando buscamos la felicidad por medio de algo, ese algo adquiere un valor mayor que la felicidad misma. Buscamos la felicidad en la familia, en la propiedad, en el nombre, entonces, la propiedad, la familia, el nombre, adquieren una extrema importancia.
Por lo tanto la felicidad, es un estado de ánimo que debemos saber valorarlo, va más allá de buscar confort. La felicidad nos impulsa a tener altos valores humanos, vivir en paz, y amar a nuestro prójimo, pues bien la felicidad esta en la manera como enfocas tu vida y que deseas hacer con ella
¿QUE ES EN ESENCIA LA FELICIDAD?
Si consideramos el mundo como una obra en su proceso de desarrollo, está como cualquier “obra natural”, existencias particulares de animales u obras de arte, se basan en una idea que engendra su futura forma materializada.
Esta idea en el caso del mundo es Amor Puro, que obedeciendo a su naturaleza única e intrínseca actúa como causa al proceso de su Autorrealización, o que es lo mismo, su corporización, en la que se desarrollan sus “células”, que en este caso son los electos inanimados (minerales), y seres animados (animales), que obtienen sus formas y papeles en acuerdo con la idea de la “obra”, que en el caso del mundo, en que sus “Componentes” no son sólo elementos inanimados, sino también seres animados, con sus propias tipos de vidas, para que estos seres no puedan interferir con sus modos de vidas, a la Idea Subyacente del Amor Puro, de esta “Obra”, que abarca toda la Existencia, esta está impresa en el instinto de cada especie que les guía en sus conductas.
Este hecho se manifiesta en cada campo de sus vidas, y observamos tres tipos de Amores común en todas: 1) El amor sexual que se presenta en sus etapas de madures y sólo en la época de celo, con un fuerte y agradable sentimiento, que realizan con un gran gozo, 2) terminando este periodo este tipo del amor se modifica, de tipo de amor “paterno y materno”, con el finalidad de proteger cuidar y “enseñar”, sus crías para realizar sus vidas, que las proporciona otro tipo sentimiento gozoso, 3) terminando este época, y cuando las crías ya no necesitan el cuidado de sus “padres”, sus amores se convierten en “voluntad de vivir”, un tipo de amor particular para la vida misma, que evita la posibilidad de abandonar la vida y con ello perturbar el ordenado y armonioso desarrollo de esta “Obra total”, que abarca toda la Existencia dentro del que cada especie que compone esta obra , tiene un papel asignado.
Como de realizar este tipo de conducta, impresa en el instinto de los animales, acompaña un sentimiento agradable, los animales instintivamente y sin sacrificio obtiene su bienestar general, que es para “ellos” la felicidad.
En el caso de la especie humana como su naturaleza además del instinto, el lo que también este impresa la Idea Subyacente, el Amor Puro, con su naturaleza única, esta compuesta también del espíritu, con los mismos dones como el Espíritu Supremo, de Conciencia, raciocinio y capacidad creativa, pero al estar estas do naturalezas inseparablemente fusionadas en una entidad nueva, la influencia de estas dos naturalezas, una que en su estado separado siente la Verdad y otra que en su estado prístino conoce la Verdad sobre la Existencia, modifica ambos “conocimientos”, permitiendo elegir su propia vida, que según el estado psicosomático de su naturaleza de acertando o equivocándose.
De la historia de la conducta y actividades del hombre hemos descubierto que él sólo puede acertar con su idea la Verdad si logra establecer el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza especial humana, cuando cu saber y sentir la Verdad por su naturaleza en lugar de destruirse se refuerzan, permitiendo al hombre adaptarse con su conducta y actividades, de manera natural y espontáneamente, como de los otros seres animados(animales), debajo de su nivel, a las Leyes de la Naturaleza, experimentando un bienestar general conscientemente que es el suprema felicidad para el caso del hombre.
Madrid 07 de Junio 2010
Ferenc Z. Lantos Dr. Arquitecto